• Soñar con su hermana, representa algún aspecto de su pareja con ella, si tiene una puede ser cierta rivalidad, o bien falta de protección a lo largo de la educación. Su hermana puede hurtarle estrellato en su familia. Asimismo podría tratarse, de que el sueño le hace dar cuenta que su hermana se semeja a alguien que está a su alrededor.
  • Soñar con su hermana cuando no tiene ninguna en la vida real, quiere decir que debe activar las cualidades femeninas, que se supone que tiene su hermana a lo largo del sueño. Fíjese en el comportamiento de su supuesta hermana a lo largo del sueño, por el hecho de que ahí le manda un mensaje, de algo que debería hacer Vd.
  • Si sueña que se pelea con su hermana, quiere decir que en su vida en familia se llevan realmente bien.

En nuestra vida personal, una hermana representa una parte esencial de nosotros, es el espéculo de nuestra polaridad femenina, de nuestra receptividad, y nuestras acciones internas. Una hermana representa ayuda sensitiva, apoyo, consolación, sinceridad y la capacidad de percibir de forma profunda y también influenciar atmosferas y entornos con su presencia, muy frecuentemente en los instantes más esenciales de nuestras vidas. Generalmente los sueños donde aparecen nuestras hermanas son positivos y representan amor de cualquier forma; sin embargo es esencial examinar ciertas peculiaridades del sueño, puesto que podría asimismo afectarnos de manera negativa en dependencia del contexto.
Para comprender mejor el simbolismo relacionado con la presencia de una hermana en nuestros sueños, precisamos preguntarnos a nosotros mismos lo que representa para nosotros en concepto de cualidades y fortalezas, si es vista en un contexto positivo y en concepto de distorsiones, defectos y debilidades cuando la observamos en un contexto negativo del sueño.
Soñar con nuestra hermana sana y salva augura un futuro lleno de alegrías y éxitos tanto a nivel familiar como personal.
Soñar a nuestra hermana triste o bien enferma augura nuestro próximo estado, esto es seguramente la situación que vive ella en nuestro sueño se vea reflejada en nosotros en la vida real.
Soñar que tenemos una hermana, cuando en la vida consciente no es de esta manera, señala que nuestro subconsciente tiene la necesidad de activar sus cualidades femeninas, según parece nos hemos comportado demasiado rudos y toscos con los que nos rodean.
Soñar que charlamos con nuestra hermana apacible y cariñosamente, representa una relación de amistad, armoniosa y profunda con la que podemos contar incondicionalmente.

Soñar que peleamos con una hermana puede interpretarse como estabilidad a nivel familiar, probablemente sostengamos una buena unión con nuestra familia lo que nos permite estabilidad y protección en nuestras vidas.
Reírnos o bien burlarnos de nuestra hermana en un sueño, de forma negativa, representa que en la vida consciente carecemos de apoyo, ayuda, afabilidad y dedicación, puesto que según lo que parece en nuestro interior tenemos cierta incapacidad para asistir y querer a los otros incondicionalmente.
Soñar que tenemos relaciones íntimas con nuestra hermana representa la necesidad de compensar nuestras vidas, esta clase de sueños insinúa cierta necesidad de sentirnos amados y/o temor a la independencia.
Emplear el término hermanastra jamás es verdaderamente positivo por el hecho de que indica activas de repulsión dejamos de lado relaciones y emociones, inconvenientes con respecto a la familia, actitud de separación, falta de fraternidad, fusión, confianza en la otra persona, como asimismo rechazo hacía el matrimonio de un familiar o bien ser amado.
Con relación a el término precedente, una hermanastra en nuestros sueños puede representar gran complejidad en el momento de renovarnos y iniciar una vida nueva, posiblemente para nosotros se torne complicado emplear nuevas amistades y también integrarnos en cualquier tipo de conjunto.
Por otra parte, referirnos a una hermana como hermanastra en nuestros sueños asimismo puede representar un llamado de atención por la parte del subconsciente, puesto que cuando amamos a otra persona de manera profunda, y si bien, biológicamente hablando, solo es parcialmente nuestra hermana, no utilizamos esos términos por el hecho de que siempre y en toda circunstancia la consideramos como nuestra hermana de ánima.