Aunque la Navidad tiene un significado puramente religioso, más allá de credos, las personas de todo el mundo la festejan cada 25 de diciembre junto a familiares y amigos

La Navidad es la fiesta más importante del cristianismo y consiste en la celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret. No obstante, no solo los religiosos celebran ese motivo ya que en todo el mundo, las personas se reúnen con amigos y la familia a festejar en esa fecha. Cada uno respetando sus distintas tradiciones.

Según sostienen algunos, tiene su origen en la antigua celebración del nacimiento anual del Dios Sol en el solsticio de invierno de los romanos, adoptada por la Iglesia Católica en el tercer siglo d.C para permitir la conversión de los pueblos paganos.

El origen de Papá Noel
El personaje de Papá Noel fue inspirado en la historia de un obispo cristiano griego llamado Nicolás de Bari que vivió en Turquía en el siglo IV en el seno de una familia rica y acomodada pero conocido por su generosidad con los más pobres.

De Bari quedó sin sus padres a temprana edad y a sus 19 años decidió dar toda su riqueza a los más necesitados y marcharse a Mira con su tío para dedicarse al sacerdocio. Fue una persona tan querida por su don de gente que fue convertido en santo patrón de Grecia, Turquía y Rusia.

Muchos años después, su figura fue adoptada por la cultura moderna para convertirla en el hacedor de los milagros de la Navidad, que recorre todas las chimeneas del mundo repartiendo regalos para toda la familia.

¿Por qué el Árbol de Navidad se arma el 8 de diciembre?

La tradición cristiana de decorar un árbol para Navidad proviene de Alemania, sin embargo no es algo original del cristianismo ya que se ha constatado que muchas culturas a lo largo de la historia han decorado árboles en modo de ofrenda a sus deidades.

Los cristianos que comenzaron la tradición de decorar árboles perennes fueron devotos germanos, de la región de Alsacia, y supuestamente fue Martín Lutero quién por primera vez puso luces en él, en el siglo XVI. La tradicional estrella en la parte más alta del árbol representa la estrella de Belén y simboliza la fe del cristianismo. Los adornos, que se cree que originalmente eran manzanas, representan el pecado original y las tentaciones, y las luces (velas, inicialmente) representan la luz de Jesucristo.
El 8 de diciembre de 1854 el papa Pío IX declaró el Dogma de la Inmaculada Concepción de María, en el que se eximía a María de todo tipo de culpa o pecado por la concepción de Jesús. A partir de la declaración del papa Pío IX, el 8 de diciembre se festeja el día de la Inmaculada Concepción de María es decir, el día que San Joaquín y Santa Ana concibieron a la Virgen María.

La tradición de armar el árbol de Navidad el día de la Inmaculada Concepción es típica de Italia y se ha difundido a países como Argentina, donde hay gran cantidad de inmigrantes italianos. A su vez, desde Argentina, la tradición se ha expandido a casi todo América del Sur.

No hay una única versión sobre qué simboliza el árbol de Navidad, ni hay una fecha oficial para armarlo. Sin embargo la versión más aceptada es que el árbol simboliza la vida, el universo y el amor de Dios, y se arma el día en que fue concebida la Virgen María, que fue quien trajo al mundo a Jesús, salvador de los cristianos.

Todo esto está sujeto a las creencias personales de cada uno, sin embargo, a veces seguimos las tradiciones sin preguntarnos realmente cuál es la historia detrás de cada una de ellas

¿Por qué se celebra el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre?

Los primeros cristianos no parece que celebrasen su cumpleaños (cf., por ej., Orígenes, PG XII, 495). Celebraban su dies natalis, el día de su entrada en la patria definitiva (por ej.,Martirio de Policarpo18,3), como participación en la salvación obrada por Jesús al vencer a la muerte con su pasión gloriosa. Recuerdan con precisión el día de la glorificación de Jesús, el 14/15 de Nisán, pero no la fecha de su nacimiento, de la que nada nos dicen los datos evangélicos.
No celebraban el cumpleaños
Hasta el siglo III no tenemos noticias sobre la fecha del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de Padres y escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fuese el 25 de diciembre lo ofrece Sexto Julio Africano el año 221.

La primera referencia directa de su celebración es la del calendario litúrgico filocaliano del año 354 (MGH, IX,I, 13-196): VIII kal. Ian. natus Christus in Betleem Iudeae (“el 25 de diciembre nació Cristo en Belén de Judea”).

Nacimiento del Sol Invicto
A partir del siglo IV los testimonios de este día como fecha del nacimiento de Cristo son comunes en la tradición occidental, mientras que en la oriental prevalece la fecha del 6 de enero. Una explicación bastante difundida es que los cristianos optaron por ese día porque, a partir del año 274, el 25 de diciembre se celebraba en Roma el dies natalis Solis invicti, el día del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre la noche más larga del año.

Esta explicación se apoya en que la liturgia de Navidad y los Padres de la época establecen un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo y expresiones bíblicas como «sol de justicia» (Ma 4,2) y «luz del mundo» (Jn 1,4ss.). Sin embargo, no hay pruebas de que esto fuera así y parece difícil imaginarse que los cristianos de aquel entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución. Es posible, no obstante, que con el transcurso del tiempo la fiesta cristiana fuera asimilando la fiesta pagana.

Otra explicación más plausible hace depender la fecha del nacimiento de Jesús de la fecha de su encarnación, que a su vez se relacionaba con la fecha de su muerte. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirma que “nuestro Señor fue concebido el 8 de las kalendas de Abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió” (B. Botte,Les Origenes de la Noël et de l’Epiphanie, Louvain 1932, l. 230-33).

Tradición Oriental
En la tradición oriental, apoyándose en otro calendario, la pasión y la encarnación del Señor se celebraban el 6 de abril, fecha que concuerda con la celebración de la Navidad el 6 de enero. La relación entre pasión y encarnación es una idea que está en consonancia con la mentalidad antigua y medieval, que admiraba la perfección del universo como un todo, donde las grandes intervenciones de Dios estaban vinculadas entre sí.

Se trata de una concepción que también encuentra sus raíces en el judaísmo, donde creación y salvación se relacionaban con el mes de Nisán. El arte cristiano ha reflejado esta misma idea alo largo de la historia al pintar en la Anunciación de la Virgen al niño Jesús descendiendo del cielo con una cruz. Así pues, es posible que los cristianos vincularan la redención obrada por Cristo con su concepción, y ésta determinara la fecha del nacimiento. “Lo más decisivo fue la relación existente entre la creación y la cruz, entre la creación y la concepción de Cristo” (J. Ratzinger,El espíritu de la liturgia, 131).